Suspendida…de un exquisito hilo,
demasiado fino para mantener mi peso…
Me siento presa de un delirio incontrolable,
agotador…
Angustiada de pesadumbre.
Ahogada en desconsuelo.
Y el hilo se tensa cada vez más,
con cada una de mis torsiones…
Me estremezco por el frio que recorre mi espalda.
Con las miserias que me queman por dentro.
El hilo cruje y se deshilacha…
Como mi espera en desesperanza.
Como mi ilusión en carestía.
Con mis ansias de mordiscos,
que gasto en almohadas…
Si deja de crujir…no temeré la caía…
Esa, solo será un viaje más.
Quizás, como dice una de mis canciones preferidas, en tu caida, haya alguien que te recoja, que cuide de ti, que haga tu corazón libre y te abrace cuando estés cansada.
ResponderEliminarNo temas por tanto a la fragilidad del hilo, no temas a la caida y recuerda que no será un viaje más, será el que te aleje de tu delirio, de tu pesadumbre, de tu desconsuelo, de tus miserias, de tu desesperanza. Será el que te haga ir donde tu imaginación te lleve. Espero que esta singladura tuya sea placida y relajada y que confies, con ilusión, en que habrá alguién, que te acompañará en tu camino.
Vaya... ojalá y así sea...aunque en ocasiones lo dudo... "que haga libre mi corazón, me aleje de mis delirios"...mi imaginación será más y mejor en este recorrido...y por supuesto seguiré compartiéndola!
ResponderEliminarGracias por tus palabras!Por estar!