Lo más humano de La Venta de la Inés

Imagen: "II Marcha interregional en defensa de la Venta de la Inés y los caminos públicos"

Ante la pantalla, mirando fijamente el teclado, me asaltan multitud de emociones vividas este pasado día 6, cuando contemplaba la imagen de la familia Ferreiro-Garcia ante la puerta de su casa.

Su humilde hogar, que les pertenece desde 5 generaciones, fue citado por nuestro insigne escritor Cervantes en “El Quijote” y “Rinconete y Cortadillo”, por ser parada de avituallamiento en el Camino Real de la Plata, ubicado en el término municipal de Almodóvar del Campo dentro del espacio natural del Valle de Alcudia.

Conocida como “La Venta del Alcalde” y posteriormente “La Venta de la Inés”, es un claro ejemplo de esta tipología arquitectónica del s.XVI que aún se conserva en nuestra geografía y por tal motivo fue considerada BIC (Bien de Interés Cultural) por la Consejería de Cultura.



Imagen: Familia Ferreiro-García ante la puerta de su casa.

Si su vida no les ha dado ya suficientes muestras de lo duro que puede llegar a ser el día a día, han sido sometidos durante años al cruel asedio de ese “ente” que se denomina “Patrimonios y Negocios S.A.” (Curioso binomio, por cierto).
Cuando esta empresa adquirió el latifundio de la Cotofía, intentó comprar “La Venta” a la familia Ferreiro-García, pero es que hay personas en este mundo, que no ponen precio a su bienestar, ni a donde desean vivir, ni tan siquiera buscan un provecho personal…


Imagen: La casa que se han contruido los propietarios de La Cotofia y el embalse privado con el agua que pertenecía al rio Tablillas.

Esta familia solo quería seguir arraigada a esa que consideran su tierra, donde lo habían hecho siempre, y al negarse, empezó su largo calvario: rotura de la tubería que les suministraba el agua potable desde el rio Tablillas que circunda la Venta, cierre de caminos públicos por los que se accede a la Fuente del Alcornoque y la Cueva de la Venta de la Inés (que aparecen en todos los folletos de Turismo de la JCCLM, por tener pinturas rupestres), e incluso el desvío del rio Tablillas para convertirlo en un embalse particular para “los señoritos” de la Cotofía.


Imagen: Llegada del grupo a la cueva de La Venta de la Inés,(cuyo camino de acceso han cerrado los propietario de la Cotofía y permiten todos aquellos que no luchen contra ese poder corrupto).

Y ahora ¿podemos imaginarnos como puede ser su día a día?

¡Cuánta impotencia cuando sientan que los años se les van, las fuerzas se agotan y nada ni nadie les restituye lo que es suyo: El derecho de poder vivir en paz!

¡Solo necesitan que no les olviden!… y mientras que se potencia la figura de nuestro Caballero Don Quijote de La Mancha, y se habla de inversiones millonarias para favorecer el conocimiento cultural y esas rutas maravillosas que nos sorprenderán, hay caminos cerrados, ríos desviados, y una familia que ve como su tiempo se agota!

¿Les harán un reconocimiento público cuando ya sea tarde? ¿Cómo se hizo con Don Quijote?

¿Les tratarán las administraciones de “locos”, acallarán su lucha, y después les pondrán una placa como símbolo de lucha, perseverancia, humanidad y pasión por esta tierra?


Imagen: El grupo escucha con admiración las palabras de D. Felipe Ferreiro recitando la reseña de Cervantes sobre La Venta.

El pasado día 6 conocí la hospitalidad de esta familia, que lo poco que tienen te lo ofrecen, aprendí que hasta el último hilo de fortaleza que les quede lo dedicarán para no dejarse aplastar, y sobre todo, por no venderse al poder, aunque el poder es dinero y el dinero comprará el tiempo y la firma de esos que sentados en los despachos se hacen la foto “cultureta” y mira para otro lado ante injusticias como las que sufren la familia Ferreiro-Garcia.


Imagen: El camino público que va desde la Venta a la Cueva es un derecho que todos tenemos de poder recorrerlo, conocerlo y disfrutar...¿permitiremos que nos lo quiten?

Por tanto, sirvan estas palabras para que todos podamos hacer algo, apoyando su lucha: ¡Id allí!, recorrer esos caminos públicos y protestar si los encontramos cerrados, pregonar qué está sucediendo con el rio Tablillas y sobretodo no olvidar “que podríamos ser nosotros los acosados, los olvidados, los que sintiéramos que vivir es una condena, impuesta solo por el capricho de aquellos que tienen el poder de su lado”.