2 nov 2009

Si quieres...




He parado mis pasos…en mitad de la calle…

Como si me faltara el aire,y el cuerpo se paralizara, me detuve... necesitaba mirar lo que se movía a mi alrededor…como si no fuera suficiente mi propia inercia…

La pareja discutiendo sobre si comían en casa de los padres de uno u otro:
“¡Es que siempre es lo mismo!”, “ No soporto a tu madre”, “Ni yo a tu padre!”

La madre regañando al niño que no supera cinco años, porque no puede tomar chuches antes de la cena:
-“¡Es que me desesperas, ya no puedo más!”-

El anciano intentando dar cuatro pasos con certeza, sin caerse entre las baldosas de las aceras en obras, mientras protesta por todas las reformas que se llevan a cabo…
-“¿Para qué se harán cosas?..¿Porqué no seguirá todo igual…?”-

Los adolescentes, riéndose porque habían “triunfado” este fin de semana, y ya pensaban en el siguiente…
“-¿Te gusta?”-, -“sí claro, pero no se lo diré…y que se lo crea!”-…

Alguien con la mirada perdida… ¿En qué pensaría?

Y yo…en mitad de la nada…siento que el aire no me llena, me falta algo, y sin embargo me siento dichosa con todo cuánto tengo…o al menos, me lo repito...para creerlo...

Extraña combinación…pero es que el ambiente está enrarecido… porque nada es suficiente, pocos se sienten conformes…

Cuando alcanzamos algo, queremos más, cuando es menos necesitamos lo perdido, cuando es hallado, no valorado, cuando es apresado, envidiado…

Me mandan un correo que circula por todos los medios de comunicación, el “de boca en boca” funciona con diferentes noticias que se propagan por el aire… Otras, lamentablemente, no tendrán ni un minuto de existencia…

Y el aire nos habla de un acto de amor…como las antiguas coplillas que informaban de amantes entregados…

Una pareja se ha casado, con sones rocieros, en la cuna Trianera, y su vivencia se extienden más allá de sus fronteras…(http://www.youtube.com/watch?v=b8VdfmoMFes)

Pero nadie quiere comprometerse, todo el mundo valora la independencia, nos frenamos los impulsos por miedo a nuevos fracasos, por egoísmo de perder esa parcela de individualidad…pero basta un acto tan sincero, tan sencillo y verdadero como es “una declaración de amor”…y cientos de personas se hacen eco…como si nos sorprendiéramos que algo así pueda pasar…

¿Nadie se para en la calle? ¿Nadie busca la vida en el día a día?... ¿Qué buscamos? ¿Qué queremos? ¿Por qué no alcanzarlo, apresarlo, hacerlo nuestro, entregarnos, vencer los miedos, las barreras?

¿Por qué no decirle?: “Da igual si a tu casa o a la mía, estaremos juntos.”
…“Mi vida, una chuche sí, pero la cena será lo mejor, porque te la haré con todo el amor que puse solo para tenerte”.
… “Vaya cambios que hay en la vida, y espero verlos durante mucho tiempo, y disfrutarlos”…
...“Puedo besarte, pero además será un beso inolvidable, de esos que siempre se recuerdan por muchos años que pasen, porque quiero darte todo cuánto soy”…


La vida pasa, sigue, se va, se escapa, huye, llora, grita, siente desconsuelo...
Intento apresarla, aferrarla, calmarme, saciarme, llenarme…
La vida sigue su curso, es solo un soplo, una noticia, algo que pasa, de boca en boca…pero nadie quiere cogerla entre sus dedos, como si fuera una “delicatessen”, mirarla, contemplara…sentirla suya…

Ojalá la intentáramos degustar, convencidos que también sabemos “cantar” a todos aquellos que queremos, y podemos hacerlo sin miedo, aunque ese minuto no sea tan eterno como quisiéramos.

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un vuelo sinuoso